- EL MUNDO 26/11/2009
Cierre total. Las puertas cerradas. Si fuera una empresa privada podríamos hablar de cierre patronal. Y no por un conflicto. Al contrario, ha sido con acuerdo. Es la primera vez en la Historia de España. La Universidad Complutense de Madrid ha llegado a un acuerdo con sus trabajadores para cerrar físicamente los edificios y mandar a todos sus empleados a casa desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero (14 días) para ahorrar. Se calcula que con la medida se ahorrarán entre 600.000 y un millón de euros.
El acuerdo afectará al personal de administración y servicios del centro, que es de unas 4.000 personas, pero también a los 6.000 profesores y, por supuesto, a los cientos de alumnos que van, incluso en vacaciones, a estudiar a las bibliotecas o mantener encuentros con profesores.
La medida se ha tomado entre los responsables de personal de la Complutense y los sindicatos CSI-CSIF, CSIT-UP y FETE-UGT. COOO no ha rubricado el acuerdo, que se cerró el pasado día 18 de noviembre.
Fuentes de la Complutense indicaron que la medida se tomó en la mesa sindical y tiene como objetivo ahorrar. El cierre supondrá un menor gasto de calefacción, agua, electricidad y consumibles.
La medida se ha tomado entre los responsables de personal de la Complutense y los sindicatos CSI-CSIF, CSIT-UP y FETE-UGT. COOO no ha rubricado el acuerdo, que se cerró el pasado día 18 de noviembre.
Fuentes de la Complutense indicaron que la medida se tomó en la mesa sindical y tiene como objetivo ahorrar. El cierre supondrá un menor gasto de calefacción, agua, electricidad y consumibles.
Las mismas fuentes señalaron que habitualmente en estas fechas los trabajadores toman vacaciones en dos turnos. "Lo que se ha hecho es unificar todos los permisos en un solo turno y así ahorrar muchos cientos de euros", añadieron.
La Complutense tiene en la actualidad unos 100 edificios y todos, salvo un número pequeño, permanecerán cerrados. Quizá se abran en tiempo muy concreto los que tengan en marcha proyectos de investigación que no puedan permanecer sin control y vigilancia. El acuerdo deberá tener en los próximos días un desarrollo.
La Complutense ya ha enviado a su personal circulares para que ahorren en todo tipo de material. No se han renovado algunos contratos temporales y se ha retrasado el pago a algunos de los proveedores. También se han paralizado las inversiones en los edificios que estaban previstas.
La medida provocó malestar entre algunos profesores e incluso alumnos que tienen por costumbre acudir a las bibliotecas durante las vacaciones de Navidad para preparar los exámenes de febrero. Algunos profesores reciben a alumnos en los diferentes departamentos o preparan trabajos para el próximo trimestre. Las personas que acudan a solicitar información o títulos también encontrarán cerrados los edificios de la Universidad.
Tras leer esta noticia publicada en el diario El Mundo a finales del pasado mes de noviembre, me planteo las siguientes cuestiónes:
¿Es justo que los alumnos que pagamos la matrícula anual no podamos hacer uso de nuestras instalaciones en la Universidad, porque ésta misma pretende ahorrar debido al amplio recorte presupuestario por parte del Gobierno central y autonómico?; ¿es normal que a escasas semanas del comienzo del periodo de examenes de febrero no podamos hacer uso de las bibliotecas de la Universidad a la que pertenecemos, y tengamos que irnos a las masificadas bibliotecas de barrio o de otras universidades?
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